Durante el 2020 el virus SARS-CoV-2 nos atacó fuertemente convirtiéndose en una pandemia mundial, desafortunadamente aún no se sabe mucho sobre lo que puede causar este virus o como combatirlo. Este nuevo coronavirus se ha convertido en un grave problema, incluso para aquellos pacientes que se recuperan de él. Una de las principales características que se han encontrado sobre Covid-19 son los problemas respiratorios que se ha visto que causa durante el contagio y post-contagio.

Actualmente, la espirometría es una de las principales pruebas para detectar y evaluar problemas en la función respiratoria, las pruebas de espirometría son estudios rápidos y no invasivos que permiten evaluar el funcionamiento de los pulmones midiendo la cantidad de aire en la inhalación y la exhalación por lo cual permite tener al paciente en un constante monitoreo de sus pulmones.

Estas pruebas son indispensables para el tratamiento o rehabilitación que el médico tratante recomiende. Las pruebas de espirometría pueden dar un amplio diagnóstico de la situación actual que está presentando el paciente respecto a la capacidad de funcionamiento que están teniendo sus pulmones gracias a los parámetros que nos proporcionan este tipo de pruebas.

La espirometría es la prueba más estandarizada y conocida para identificar obstrucción al flujo aéreo. La capacidad vital forzada es una de las pruebas más utilizadas en la espirometría para obtener resultados específicos de la función pulmonar, esta nos arroja parámetros de flujos y volúmenes arrojados por nuestros pulmones (F9VC, FEV1, FEV1/FVC, FEV6, FIVC, FIV1, EV, PEF, PIF, FEF25, FEF50, FEF75, FIF25, FIF50, FIF75).

Aunque es necesario realizar más pruebas y estudios sobre los efectos que causa este virus -SARS-CoV-2- en la función pulmonar, sabemos que realizar una prueba de espirómetria debería formar parte fundamental en la evaluación de un paciente post covid 19.

I.B. Blanca Elizabeth Lizárraga Camacho

SIBIM