¿Qué es la desfibrilación?
La desfibrilación se basa en la aplicación brusca y breve de una corriente eléctrica de alto voltaje para detener y revertir las arritmias cardiacas rápidas (taquicardia ventricular sostenida o fibrilación ventricular); situaciones en las que el número de latidos cardiacos aumenta en exceso o se produce una actividad eléctrica desorganizada, debido a que alguna zona o foco del corazón 'dispara' impulsos de forma descontrolada, que no son efectivos o producen una inestabilidad hemodinámica (deterioro de los signos vitales) y que pueden llevar a una persona a una parada cardiaca. El choque eléctrico detiene la arritmia, lo que permite al médico identificar y solucionar las causas que la produjeron.
Los dispositivos que permiten la desfibrilación son llamados desfibriladores; estos tienen varias variantes, ofrecen descargas eléctricas de variada morfología e intensidad y sus electrodos se ubican en distintas posiciones sobre el paciente. Estos equipos han ganado en importancia en las últimas décadas, luego de demostrarse su efectividad para terminar una FV y el procedimiento es en la actualidad una medida básica de apoyo vital durante la Reanimación cardiopulmonar (RCP).
¿Cuándo se usa un desfibrilador?
En pacientes con parada cardiaca, pérdida de conciencia y fibrilación ventricular. Puede resultar paradójico y hasta confuso aplicar la expresión 'parada cardiaca' a lo que se deriva de una arritmia rápida. Sin embargo, cuando el corazón late tantísimas veces y de forma tan desorganizada, no puede bombear la sangre y, por tanto, su actividad 'se para'. En estas condiciones la muerte sobreviene en pocos minutos si no se detiene la arritmia. La única medida que puede prevenir este desenlace es la desfibrilación eléctrica.
También está indicado en los pacientes con antecedentes de infarto de miocardio o miocardiopatía dilatada que presentan mala función ventricular y que no han sufrido ninguna parada cardiaca, pero que tienen alto riesgo de sufrir alguna arritmia cardiaca peligrosa (prevención primaria).
Tipos de desfibrilador
Tipos de desfibrilador según la descarga
Existen dos tipos de desfibriladores, dependiendo de cómo es la descarga que aplican:
Monofásicos
En este caso, la corriente de energía va en una sola dirección. Esto supone que la descarga se lleva a cabo en una dosis alta, en tres choques de 200, 300 y 360 julios. El desfibrilador clásico es monofásico.
Bifásicos
Como su propio nombre indica, estos desfibriladores son de corriente doble. Son más avanzados, pues necesitan hasta un 40% menos de energía y actúan de una forma completamente segura y eficaz. Su administración normalmente es de tres choques de 150 julios.
Tipos de desfibrilador según el tipo de usuario
Desfibrilador externo manual
Son los utilizados por el personal cualificado en centros y clínicas hospitalarias.
Desfibrilador externo automático (DEA)
Son dispositivos basados en microprocesadores altamente complejos, que registran y después analizan la señal electrocardiográfica del paciente para determinar si ésta es compatible o no con ritmos de paro desfibrilables, fibrilación ventricular (FV) o taquicardia ventricular (TV) sin pulso.
Los DEA son dispositivos confiables y fáciles de operar, lo que permite que casi cualquier persona pueda intentar la desfibrilación: auxiliares de vuelo, oficiales de policía, bomberos, familiares, escolares entre otros.
Pueden ser colocados en aeropuertos, aviones, casinos, edificios con alto flujo de personas, unidades residenciales, centros recreativos, estadios, centros comerciales y otros muchos lugares públicos.
Desfibrilador externo semi-automático:
El desfibrilador semiautomático externo es un equipo con un sistema computarizado de análisis del ritmo cardíaco que monitoriza el ritmo del corazón y, si está indicado, libera un choque eléctrico sin necesidad de que el personal que lo utiliza sepa reconocer los ritmos cardíacos; únicamente debe poner los electrodos adhesivos en la persona a tratar. Rquieren que el operador presione el botón de analizar para que el aparato inicie el análisis del ritmo cardíaco, y el botón de choque para liberar la descarga eléctrica. Éstos se consideran más seguros ya que el operador es el que tiene la última decisión de realizar o no el choque eléctrico, diferente a los DEAs.
Desfibrilador externo automático implantable (DAI):
A través de electrodos, en íntimo contacto con el corazón, se puede obtener la señal que permite conocer la actividad eléctrica de este músculo y, por tanto, diagnosticar las arritmias desde dentro. Esto dio pie a la invención, en los años ochenta, de los desfibriladores implantables, unos aparatos que no sólo diagnostican las arritmias rápidas sino que aplican desde el interior del cuerpo una energía suficiente para desfibrilar el corazón.
Referencias
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