Principales variables que afectan los signos vitales
Los signos vitales son indicadores que reflejan el estado fisiológico de los órganos vitales (cerebro, corazón, pulmones). Expresan de manera inmediata los cambios funcionales que suceden en el organismo, cambios que de otra manera no podrían ser cualificados ni cuantificados.
Los principales signos vitales son:
1. Frecuencia cardiaca, que se mide por el pulso, en latidos/minuto
2. Frecuencia respiratoria. (FR)
3. Tensión (presión) arterial (PA)
4. Temperatura corporal (TC)
5. Satruración de oxígeno
¿Qué puede afectar los signos vitales?
• Edad: el pulso y la frecuencia cardiaca (FC) sufren variaciones normales desde recién nacido hasta la senectud, La FC es mayor en los niños y más baja en el adulto. Al envejecer los vasos sanguíneos se hacen menos elásticos por lo que la presión sanguínea (PA) promedio aumenta proporcional a la edad. Los niños son más susceptibles a las variaciones climáticas y en los ancianos la hipotermia se da por la pérdida de grasa subcutánea, dieta inadecuada, cese de la actividad física y alteración en los controles termorreguladores. A medida que se desarrolla la persona, la FR tiende a disminuir. La regulación de la temperatura corporal (TC) es más difícil en edades extremas. La pérdida de la grasa subcutánea, la menor transpiración y piel atrófica y seca crean mayores riesgos de sobrecalentarse (hipertermia o insolación) al igual que experimentar peligrosos descensos en la TC (hipotermia). La fiebre es un signo importante de enfermedad en la edad avanzada y muchas veces es el único síntoma de enfermedad durante varios días. Las personas de edad avanzada presentan una disminución en la respuesta a la reducción de los niveles de oxígeno o al incremento de los niveles de CO2, por que la frecuencia y profundidad de la respiración no se incrementan como es debido. Aunque la función pulmonar disminuye un poco, generalmente los cambios se presentan sólo en la función de reserva.
• Género: la mujer mayor de 12 años, suele tener el pulso y la respiración más rápidos que los hombres con edades similares. La PA tiende a ser más altas en personas mayores; en los varones jóvenes más que en mujeres; sin embargo, luego de los 50 años, la tendencia se invierte.
• Ejercicio físico: la velocidad del pulso aumenta con la actividad física. Los atletas mantienen normalmente un estado de bradicardia debido a la mayor fuerza de contracción del corazón (por hipertrofia miocárdica). El ejercicio, aumenta la producción de calor, por la actividad muscular y aumenta temporalmente la FR por aumento del metabolismo.
• El embarazo: acelera el pulso a medida que avanza la edad gestacional; también apura y superficializa la respiración, en especial al final del mismo y el patrón respiratorio torácico es el predominante, acompañado de una sutil disnea fisiológica. El embarazo, es una condición funcional que afecta mucho la PA.
• Estado emocional: el miedo, la ansiedad y el dolor entre otros, pueden estimular el sistema nervioso simpático (adrenalina y noradrenalina) aumentando la actividad cardiaca y la FR, el metabolismo y la producción de calor. El estrés es un factor importante de la hipertensión arterial.
• Hormonas: En las mujeres, la progesterona secretada durante la ovulación aumenta la TC. La ovulación aumenta 0.3 a 0.6 ºC por encima de la temperatura basal.
• Medicamentos: algunos medicamentos pueden afectar el pulso; unos lo aumentan (terbutalina, adrenalina) y otros lo disminuyen (propanolol, digital). Otros medicamentos disminuyen la FR (sedantes y relajantes).
• Fiebre: aumenta el pulso compensando la vasodilatación periférica secundaria al ascenso de la temperatura. Cuando hay aumento de la temperatura ambiental y corporal, se acelera la FR.
• Hemorragias: la pérdida de sangre mayor de 500 ml (masiva por volumen y/o velocidad de instauración) aumenta el pulso y la FR.
Referencias:
Penagos, S. P., Salazar, L. D., & Vera, F. E. (2005). Control de signos vitales. Guías para manejo de Urgencias. Bogotá (Colombia): Fundación Cardioinfantil, 1465-1473.
González, J. V., Arenas, O. A. V., & González, V. V. (2012). Semiología de los signos vitales: Una mirada novedosa a un problema vigente. Archivos de Medicina (col), 12(2), 221-240.
BARBARA, D. A. VALORACIÓN DEL PACIENTE.