El pasado 13 de Junio sucedió un evento histórico en nuestro país. La cámara de diputados aprobó una modificación al artículo 79 de la Ley General de Salud, reconociendo a los ingenieros biomédicos como profesionales de la salud, esto resulta de gran relevancia puesto que esta profesión es relativamente nueva en México y ha pasado por muchas peripecias a lo largo de su historia; comenzando desde creer que un ingeniero biomédico es una persona más de mantenimiento, hasta las dificultades que encontraron las unidades médicas para encontrarles un lugar y una utilidad a esta “nueva clase de ingenieros” dentro de sus actividades rutinarias.

Sin embargo, el papel del ingeniero biomédico dentro del sistema de salud es para muchos aún desconocido. Es por ello que hemos decidido escribir este pequeño blog para dar a conocer la importancia de mantenerse en constante sinergia con estos profesionales de la salud.

Considerando un poco los antecedentes de esta profesión, podemos encontrar un México saliendo del milagro mexicano y con una creciente evolución en su sistema de salud pública donde los hospitales requerían una mano de obra más especializada y con conocimientos técnicos para las nuevas tecnologías que se iban adquiriendo.

En 1974 se crea en la UAM el primer programa de ingenieros biomédicos de nuestro país siendo la pionera en la evolución de esta clase de estudios.

Durante sus primeros años, las labores del ingeniero biomédico se enfocaron principalmente en los hospitales a lo que bautizaron como ingeniería clínica, cuya única función era trabajar colaborativamente con las diferentes áreas del hospital, ya sea en labores operativas o ayudando a resolver problemas técnicos con equipos como: electrocardiógrafos, monitores, desfibriladores o máquinas de anestesia, etc.

Al avanzar el tiempo las unidades médicas se dieron cuenta que no era suficiente con tener un equipo de respaldo para ayudar a solucionar problemas, sino que en muchas ocasiones, los reportes de fallo del equipo se daban debido a que los usuarios no conocían el equipo y no se sentían capacitados para modificar algo en la instalación. Es por ello que a partir de entonces los ingenieros biomédicos tomaron una tarea adicional en la ingeniería clínica, la docencia. Desde entonces se ha procurado que el departamento de ingeniería biomédica sea capaz de trasladar el conocimiento técnico y hacerlo digerible para el usuario final.

Junto con la docencia y el mantenimiento rutinario de los equipos, el siguiente paso en la evolución del ingeniero biomédico fue esquematizar y programar de forma regular el mantenimiento de equipo médico. Es por ello que tanto dentro de las empresas como de las unidades médicas, la ingeniería biomédica tuvo una evolución en su ya pionera tarea de mantenimiento a equipo médico, creando así programas más estructurados de mantenimiento preventivo con rutinas, equipo avanzado e incluso personal especializado en esta rama para lograr conservar por mayor tiempo el equipo.

Con el paso de los años y la evolución de tecnologías más avanzadas en periodos cada vez más cortos ha hecho que los ingenieros también se involucren en áreas de investigación, desarrollo y pruebas de aspectos fundamentales de equipo e instrumental médico. Es cada vez más común observar como dentro de los programas de estudio de ingeniería biomédica hay campos de profundización enfocados a la investigación.

Finalmente un último eslabón donde comenzaron a participar los ingenieros biomédicos, fue en el análisis y resolución de los problemas operativos del hospital. No solo se trataba de los problemas mecánicos o técnicos de los dispositivos, sino que la ingeniería vino a revolucionar el paradigma de los sistemas de salud llegando a ver a las unidades médicas como células dentro de un sistema productivo para aumentar la calidad en la atención de los pacientes, así como mejorar el uso de recursos en la adquisición de equipo, teniendo como resultado la optimización de procesos y operaciones, la reducción de tiempos de espera y la posibilidad de calcular los puntos críticos dentro de los almacenes para evitar desabasto o merma.

Definitivamente la ingeniería biomédica es una rama de la ingeniería con un campo amplio de aplicación, que hoy en día se ha visto bastante revalorizada a partir de sus aportaciones durante la pandemia de COVID19. Desde sus aportaciones en el frente de batalla, hasta los descubrimientos y desarrollos en investigaciones.

En SIBIM contamos con una plantilla altamente calificada de ingenieros biomédicos los cuales se encargan de diferentes actividades dentro de la compañía, siendo el respaldo en la parte técnica de todo lo que realizamos. Somos conscientes de la importancia de esta labor, es por eso que contamos con un departamento de ingeniería completamente especializado en darle la mejor capacitación a nuestros clientes en cada uno de nuestros equipos como: ecg`s, holters, monitores de signos vitales, entre muchos otros, con el fin de evitar posibles daños a largo plazo, así como ofrecerle seguridad a nuestros clientes sobre el uso de sus nuevos equipos.

Ing. Francisco Ávila
Soporte de Ingeniería Biomédica CDMX